miércoles, 23 de noviembre de 2016

Canistrelli (galletitas de vino)

Ingredientes:

  • 500 gr de harina de trigo.
  • Un sobre de levadura química, tipo "Royal".
  • 125 ml de vino blanco.
  • 125 ml de aceite de oliva suave.
  • 200 gr de azúcar.
  • Tres cucharadas soperas de anís en grano.
  • La ralladura de un limón pequeño.




Como dice mi amiga Silvia del blog Desastre en la cocina: "Coged lápiz y papel" porque una vez que los probéis...repetiréis, tanto por lo buenos que están como por lo fáciles de hacer.

Mientras hacemos la masa encendemos el horno y precalentamos a 175 grados.


En un bol ponemos el vino blanco, el aceite, el anís en grano, el azúcar y la ralladura del limón; mezclamos un poco.


Aparte cernimos la harina junto con la levadura y la incorporamos poco a poco a la mezcla anterior; podemos comenzar primero con unas varillas y terminar con una espátula o con las manos, no hace falta amasar mucho, sólo que los ingredientes estén mezclados. 


Quedará una masa consistente y a la vez blanda pero que no se pegará en las manos.


Extendemos la masa con un rodillo e intentamos dejarla cuadrada y algo gruesa. Con un cuchillo o cortapizzas cortamos en forma de rombos, o si se prefiere con cortapastas.


A la bandeja del horno le ponemos un papel vegetal y vamos colocando cada porción. Los canistrelli deben quedar ligeramente separados unos de otros para que no se peguen.


Cuando el horno haya adquirido la temperatura metemos la bandeja y horneamos con calor arriba / abajo durante 25 minutos aproximadamente, teniendo en cuenta que cada horno es un mundo. Hay que vigilar que no se doren demasiado.


Salen dos bandejas, mientras se hornea la primera podemos seguir cortando el resto de masa. Al hacerlos con forma de rombo nos sobra masa de los extremos, la volvemos a amasar y hacemos la misma operación.


Una vez horneados los ponemos encima de un rejilla hasta que se enfríen para luego guardarlos en una caja de galletas, se conservan bastante bien durante semanas, si no los devoramos antes.


Nota: Ideales para acompañar el té o café de las tardes de invierno.